Ingeniería Social: Un Peligro Latente en la Era de los Ataques Cibernéticos
A medida que el mundo se digitaliza cada vez más, el riesgo de ataques cibernéticos crece exponencialmente y los piratas informáticos desarrollan continuamente métodos sofisticados para acceder a información sensible y datos confidenciales. Una de las tácticas que utilizan los piratas informáticos para manipular a las personas para que revelen su información confidencial es la ingeniería social.
¿Qué es la ingeniería social?
La ingeniería social es un método de ciberataque que se utiliza para engañar a las personas para que realicen determinadas acciones que comprenden la seguridad. Es un tipo de manipulación psicológica que explota las vulnerabilidades humanas, como la confianza, el miedo, la curiosidad y la codicia.
Las técnicas de ingeniería social más comunes son:
Ataques de phishing: estos ataques ocurren cuando los piratas informáticos utilizan correos electrónicos falsos y se hacen pasar por alguien de confianza para engañar a los usuarios y conseguir que les proporcionen información confidencial, como credenciales de inicio de sesión o información personal.
Smishing y vishing: son dos tipos similares de ataques de ingeniería social. Smishing es un tipo de ataque en el que el atacante utiliza mensajes de texto o SMS para atraer a alguien para que haga clic en un enlace o responda al mensaje. Vishing, por otro lado, es un tipo de ataque en el que el atacante llama a la víctima e intenta engañarla para que proporcione información confidencial por teléfono.
Baiting: es un tipo de ataque de ingeniería social en el que el atacante ofrece algo tentador, como un obsequio o una solución rápida, para engañar a la víctima para que realice una acción específica, como proporcionar información confidencial o descargar malware.
Tailgating: este es un tipo de ataque a la seguridad física en el que una persona no autorizada se cuela en un área segura siguiendo a otra persona a la que se le permite estar allí.
Compromiso de correo electrónico empresarial (BEC): al utilizar este método, los atacantes obtienen acceso al sistema de correo electrónico de una organización y engañan a los trabajadores para que revelen información confidencial o transfieran fondos. Pueden pretender ser alguien importante o utilizar trucos para que los empleados hagan lo que quieren.
Quid Pro Quo: es un tipo de ataque de ingeniería social en el que los atacantes ofrecen algo, como un premio, a cambio de información o acceso. El atacante puede hacerse pasar por un representante de soporte técnico, un vendedor o un investigador y ofrecer a la víctima una recompensa o beneficio a cambio de realizar una acción o proporcionar información.
Riesgos planteados por los ataques de ingeniería social
Los ataques de ingeniería social plantean graves riesgos para personas y organizaciones. Estos ataques utilizan el engaño y la manipulación para explotar el comportamiento humano y pueden tener una variedad de consecuencias negativas, que incluyen:
- Pérdidas financieras
- Filtraciones de datos y pérdida de información sensible
- Daño a la reputación
- Consecuencias legales y regulatorias
Estrategias de prevención y mitigación
Las personas y las organizaciones ahora enfrentan mayores riesgos de ataques de ingeniería social debido a la naturaleza avanzada y la mayor frecuencia de dichos ataques. No obstante, existen métodos eficaces que se pueden emplear para prevenir y mitigar estos riesgos.
Un muy buen método para prevenir ataques de ingeniería social es educar y capacitar a los empleados para identificarlos y evitarlos. Deben saber cómo funcionan estos ciberataques, qué señales buscar y qué medidas pueden tomar. Estos son factores cruciales para prevenir tales ataques. Eso significa que cada empleado debe saber cómo detectar correos electrónicos o llamadas telefónicas inusuales, garantizar la autenticidad de las comunicaciones con otros y evitar enlaces o descargas sospechosas.
También se pueden prevenir ataques de ingeniería social implementando medidas de seguridad que incluyen autenticación de dos factores, filtros de spam y firewalls.
Para garantizar que los protocolos de seguridad sigan siendo eficaces frente a los cambiantes ataques de ingeniería social, es fundamental realizar pruebas y actualizaciones periódicas. Se pueden emplear técnicas como ataques de phishing simulados y parches de software/sistemas para evaluar el conocimiento y la respuesta de los empleados.
Los ataques de ingeniería social aún pueden ocurrir a pesar de muchas medidas preventivas, por lo que es importante contar con planes de respuesta a incidentes para mitigar los daños y minimizar el impacto.
Fortaleciendo la Ciberseguridad con Estándares ISO
Estar en Internet significa que el riesgo de sufrir ataques cibernéticos es siempre permanente y, como se explicó, la ingeniería social funciona manipulando los rasgos normales del comportamiento humano. Por lo tanto, una buena manera de estar protegido y preparado para manejar este tipo de ataques (técnicos y no técnicos) es implementar procesos y controles fundamentales basados en ISO/IEC 27001 e ISO/IEC 27032.
ISO/IEC 27001 es un estándar reconocido mundialmente para la gestión de la seguridad de la información. Proporciona un marco para que las organizaciones establezcan, implementen, mantengan y mejoren continuamente su sistema de gestión de seguridad de la información (SGSI).
El estándar ISO/IEC 27001 ofrece un método sistemático para gestionar los riesgos de seguridad de la información y mejorar la postura de ciberseguridad de una organización mediante la utilización de técnicas de gestión de riesgos, controles de seguridad integrales y un proceso de mejora continua.
ISO/IEC 27032 es un estándar conocido internacionalmente que se centra en la ciberseguridad de los sistemas en red. Proporciona pautas para mejorar la seguridad de las redes de comunicación y ayuda a las organizaciones a establecer prácticas efectivas de ciberseguridad para protegerse contra las ciberamenazas.
Al adoptar el estándar ISO/IEC 27032, una organización puede mejorar su postura de ciberseguridad de múltiples maneras, incluyendo salvaguardar la confidencialidad e integridad de los datos de la organización, reforzar sus programas de ciberseguridad, detectar y monitorear posibles amenazas cibernéticas y facilitar una respuesta rápida en el caso de un incidente de seguridad.
Fuente: PECB/Continuity, Resilience, and Service Management